El gobierno de la provincia abrirá este lunes la cuarta convocatoria pública y múltiple para adoptar niños y adolescentes en tres casos, que involucran a seis chicos entre los ocho y los 16 años, entre ellos un grupo de cuatro hermanos. Las personas y parejas interesadas deben inscribirse a través de la web hasta el 31 de mayo, anunciaron funcionarios del Poder Ejecutivo y Judicial este viernes en Rosario.
Dos de los llamados se habían formulado en 2018 pero no fue posible encontrar postulantes aptos, por lo que se decidió reeditar las convocatorias, algo que no se ha hecho nunca antes ni en Santa Fe ni en la Argentina. Así lo revelaron las autoridades durante una conferencia de prensa en los Tribunales provinciales, donde estuvieron presentes el secretario de Gestión Pública, Matías Figueroa Escauriza, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; el camarista civil de la segunda circunscripción, Marcelo Molina, y el juez de Familia de la ciudad de San Lorenzo, Marcelo Escola.
Las convocatorias, que se realizan a través del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaga), son instancias excepcionales, abiertas a nivel nacional. Los interesados se inscriben de manera sencilla y gratuita, durante las 24 horas, a través de www.santafe.gov.ar/convocaruaga. El plazo se extiende desde este lunes a las 8 horas al viernes 31 de mayo a las 17 horas.
Al cierre de la inscripción, los aspirantes serán evaluados por equipos interdisciplinarios, como sucede con todos los postulantes anotados en el Ruaga. Este organismo es la única vía legal para acceder a una adopción ya que una vez que la justicia declara a un niño en situación de adoptabilidad, el Registro busca postulantes en su lista única, de acuerdo a la disponibilidad adoptiva declarada por los adultos. Cuando se agota la búsqueda y tampoco hay respuesta favorable del pedido de colaboración a la Red Federal de Registros, se procede a la convocatoria pública.
LOS CASOS
“Estamos haciendo los máximos esfuerzos para encontrar una familia para cuatro hermanos que desde hace tres años viven en un hogar y no quieren separarse – tres nenas de 8, 12 y 14 años y un nene de once -, además de un adolescente de 16, con capacidades diferentes y otro niño de 14”, detalló Figueroa Escauriza.
“Los dos primeros casos ya estuvieron en la convocatoria pública anterior, que cerramos hace pocos meses y permitió que nueve niños fueran acogidos por nuevas familias, pero las evaluaciones con los psicólogos y los trabajadores sociales determinaron que en estas situaciones concretas no hubiera inscriptos aptos. Ahora insistimos y nos ponemos a disposición de los aspirantes para acompañarlos en todo el proceso, desde lo legal y lo económico si fuera necesario”, continuó el secretario de Gestión Pública.
En ese sentido, pidió “que todas las personas o parejas que tengan el deseo de adoptar se acerquen al Ruaga, que lo económico no sea un limitante”. Contó que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ha creado un área especial dentro del Centro de Asistencia Judicial para representar a quienes lo necesiten en los juicios de adopción.
Por su parte, el camarista Molina aclaró que éstas son “situaciones particularísimas dentro del sistema de adopción, pero que existen. Debemos tomar conciencia de que estos chicos tambièn necesitan una familia” y subrayó “lo inédito de esta experiencia a nivel nacional, por el trabajo coordinado entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial para un último intento respecto de estas dos situaciones”.
En tanto el juez de la causa de los cuatro hermanos, Scola, dijo que a pesar de los esfuerzos de los equipos de Niñez (Ministerio de Desarrollo Social) y del Ruaga, aún no se pudo conseguir una familia para ellos. “Están escolarizados, están perfectos, solamente pasando por una situación extrema como ha sido la vulneración de derechos en su familia de origen, con un deseo muy grande de salir juntos del lugar en el que se encuentran”, contó el magistrado.
Scola agregó que si esta instancia fracasa deberá pensar en otras alternativas, por ejemplo, separarlos en grupos de dos y luego intentar su vinculación. “A ellos les resulta muy duro pensar que no hay nadie que pueda adoptarlos”, concluyó. En ese sentido Figueroa Escauriza planteó: “tenemos expectativas de que se concrete un encuentro, que se materialice en una adopción, que en definitiva estos niños tengan una nueva oportunidad de vida”.