//Recomendaciones ante la ola de calor

Recomendaciones ante la ola de calor

Para esta semana está prevista una ola de calor en la región. En ese sentido, brindamos algunas recomendaciones sobre cómo prevenir posibles inconvenientes.

Cabe recordar, que la ola de calor se caracteriza por un período, que va más allá de 3 días, donde las temperaturas máximas y mínimas son muy elevadas. De acuerdo a lo que indican los pronósticos, estaremos en presencia de una ola de calor. En una región calurosa y húmeda como la nuestra se ven mucho más afectados los cuerpos de las personas que transitan, sobre todo, en horas que nos son las recomendadas.

Dos de las consecuencias que pueden provocar las altas temperaturas son los golpes de calor y la deshidratación. En ese sentido, ambos casos están relacionados entre sí, son trastornos que se dan cuando aumenta la temperatura corporal ya sea por la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad (características muy frecuentes en nuestra zona) o cuando se hace esfuerzo físico intenso en el contexto de altas temperaturas.

Las situaciones mencionadas llevan a que el cuerpo tenga dificultad para regular su temperatura. La forma más grave de la lesión por golpe de calor es cuando la temperatura alcanza los 40 grados o más. Las mujeres embarazadas, los bebés, los niños pequeños y las personas mayores de 65 años suelen ser los más afectados. Es fundamental mantener un plan de hidratación, no esperar a tener sed para tomar agua, evitar tomar bebidas con cafeína y azúcares. También está contraindicado el alcohol. Lo más seguro es el agua y en casos puntuales, líquidos de rehidratación que utilizan habitualmente los deportistas.

La incorporación de frutas y verduras es otro dato a tener en cuenta. Tampoco se aconsejan las comidas con alto valor calórico.

Indicadores

Asimismo, se recuerda la importancia de no exponerse al sol directo durante las 11 y las 17, ni de manera prolongada. Además, es importante usar ropa clara y liviana, colocarse protector, permanecer en espacios ventilados o acondicionados y, sobre todo, evitar hacer ejercicio en la hora pico: es totalmente desaconsejable hacer actividad física con una temperatura superior a los 30 grados.

El agotamiento por altas temperaturas, que es el estadio previo al golpe de calor, se puede reconocer por una sudoración excesiva. Sed intensa o sequedad de las mucosas, calambres musculares, debilidad y cansancio. Los dolores en la zona abdominal y la falta de apetito son otros de los síntomas que hay que tener en cuenta, como así también las náuseas, vómitos o dolores de cabeza.

En el caso de los bebés, se puede detectar por la piel muy irritada o sudor abundante en el cuello, las axilas y el pecho. También se puede evidenciar por la piel pálida y fresca o la irritabilidad plasmada en el llanto incontrolable.

Cuando se da un cuadro de golpe de calor se puede observar la piel roja, caliente y seca. Por otro lado, la respiración y la frecuencia cardíaca se aceleran. También se puede observar un dolor de cabeza intenso, sensación de mareo, náuseas, vómitos.

Prevenir

Ante la situación de un golpe de calor, a la persona se la debe posicionar boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado, así como también, quitarle la ropa que no necesite y aflojar la que le oprime. También puede ayudar colocar compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten.

En caso de que esté consciente, se le deben ofrecer líquidos como agua segura, de rehidratación oral o bebidas isotónicas. Si está en estado de inconsciencia, es necesario activar de inmediato el sistema de emergencias sanitarias.