//Los héroes anónimos de la salud pública

Los héroes anónimos de la salud pública

Quienes hacemos periodismo o trabajamos en la comunicación no solo tenemos la responsabilidad de informar a la población, sino que muchas veces tenemos el privilegio de encontrarnos con historias que merecen ser contadas y que nos tocan las fibras más íntimas. Porque cuando comenzamos a realizar averiguaciones y vamos recopilando datos, nos encontramos con tantísimas cuestiones que nos invitan a no resumir la cuestión en solo un acontecimiento. En otras palabras, a no quedarnos en la foto sino mirar la película completa o tal vez como ahora está más de moda, mirar la serie que tiene varios capítulos.

La foto o la noticia reciente, señala que un joven de 21 años, que circulaba en moto, colisionó contra un caballo y esto le provocó una serie de traumatismos que pusieron en peligro su vida. Todos pudieron ser asistidos en la ciudad de Villa Gesell, pero había un inconveniente que necesitaba otra vía de solución. En lenguaje científico se trataba de un hematoma extradural que imposibilitaba que el paciente pueda ser trasladado por vía terrestre o aérea, a recibir la atención que necesitaba. ¿Cuál era entonces el camino? Que un equipo de profesionales se traslade hasta la localidad balnearia a realizar esa intervención.

Actualmente el exdirector del Dubarry, el Dr. Pablo Cassiani, ocupa un cargo en el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. De inmediato y ante el escenario que se presentó, pensó en la posibilidad de trasladar al Dr. Juan Manuel Marelli, neurocirujano que presta servicios en Mercedes, hasta el lugar. Cuentan que Cassiani le mandó un mensaje, tan sencillo como si lo estuviese invitando a un turno de paddle o a un asado con amigos. Y Marelli habría respondido con la misma simpleza. Estaban hablando de una neurocirugía y lo resolvieron en lo que dura un bostezo. Así fue que desde La Plata Marelli voló a Gesell y procedió en consecuencia para darle una oportunidad de vida a Franco dado que la operación fue exitosa.

La película me permite ver que allá por el año 2004, cuando el Dr. Rodolfo Príncipi asumía en la Dirección del nosocomio, el tomógrafo era un equipamiento necesario pero faltante. La política sanitaria de entonces parecía no justificar esa inversión para este hospital zonal y tal vez resultaba más conveniente hacer convenios con privados o trasladar pacientes en tanto y en cuanto se pudiese o su estado lo permitiera. Hubo decisiones políticas y presión ciudadana para que finalmente llegue. El caso de una paciente llamada Blanca (“Blanquita” la recuerdan) encendió las alarmas. Un derrotero para hacer una tomografía, trasladarla e intervenirla. Principi habló con el Dr. Arturo Moya y todo se hizo en General Rodríguez. Entonces comenzaron a pensar que conseguir el tomógrafo y crear el servicio con el equipamiento necesario, podía salvar vidas sin necesidad de tantas tramitaciones. El director de entonces viajó al Garrahan y se reunió con el Dr. Juan Marelli y el Dr. Flavio Resquejo. Dos profesionales que confiaron, apostaron y se sumaron al proyecto. Así comenzaron su trabajo y Marelli hoy continúa como neurocirujano en el hospital tras haber sido becario primero y luego recibir el nombramiento.                    

Juan Manuel Marelli nació en Nelson, localidad de la provincia de Santa Fe que tiene menos de 5 mil habitantes. Es posible que en sus primeros años en aquella localidad no haya imaginado el futuro que hoy es presente. Su rostro no es conocido como el de otros tantos y nadie va a pararlo en la calle para pedirle un autógrafo. Pero su calidad humana merece ser destacada, como la de tantos otros profesionales capacitados, preparados, valientes y dispuestos a ser parte de una red de salud pública que en casos como estos nos llenan de orgullo.

El desafío del viaje a Gesell que le propuso Cassiani fue aceptado sin titubeos. Esos mismos que no tiene a la hora de realizar una operación en una zona tan sensible del cuerpo humano. Tampoco hubiese imaginado que en esta ciudad donde se había accidentado Franco lo estaban esperando de esa manera. La propia directora de Salud del municipio de Gesell cuenta que cuando llegó al hospital luego del vuelo sanitario, Marelli fue aplaudido por todo el personal y esto le provocó una enorme emoción al profesional. Estaba haciendo su trabajo, pero era oportuno reconocerlo en un fin de semana en el que tomó una decisión: estar allí. Marelli regresó, como el cura a sus misas diría el “Nano” Serrat y todos sintieron orgullo de haber sido parte de esta historia que hace tiempo se escribe. Pero además porque es un eslabón más de un sistema de salud pública que algunos se animan a bastardear con slogans berretas y desprecio por la calidad humana del personal de salud.

El Dr. Juan Manuel Marelli es uno de los tantos héroes anónimos que tiene la Argentina y que pocas veces ocupan espacios importantes en los medios de comunicación. Un hombre común, pero con decisión y convicciones. Con un imaginario “beeper” al que debe responder cuando suena, dejando lo que pueda estar haciendo sin ignorarlo. Dejar de estar con los suyos, cortar un partido de su “sabalero” o simplemente suspender un momento de descanso. Estas son las historias que contribuyen a construir sociedades mejores y que nosotros como comunicadores o medios de prensa no debemos dudar en resaltar con creces.

Según se desprende de su redes sociales, actualmente ejerce el cargo de Jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Blas L. Dubarry, además de trabajar como neurointervencionista pediátrico en el Sanatorio Anchorena San Martín y como neurocirujano vascular en el Hospital de pediatría J. P. Garrahan, El Sanatorio del Oeste y la Clínica Libertad, entre otros.

El caso

El joven Franco Schmidt, en la madrugada del viernes 15 de septiembre sufrió un grave accidente al chocar un caballo con su moto. Fue sometido a una compleja cirugía y se logró su traslado a un centro de salud de mayor complejidad.

En un trabajo conjunto entre las autoridades de salud de Villa Gesell y el Ministerio de Salud de Provincia de Buenos Aires lograron concretar una operación clave para el estado del joven, en un hecho sin precedentes en la ciudad costera.

El secretario de Salud del Municipio, Dr. Miguel Muñoz y la Dra. Marta Zuloaga en su momento dieron detalles del estado de salud de Franco y destacaron la labor de la comunidad médica que llevó adelante esta labor.

“Fue un día histórico para nosotros, para Gesell y más que nada para la vida de Franco. Con un traumatismo y politraumatismo de cráneo muy grave, con pérdida de conocimiento, más allá de otras intervenciones que se le hicieron, y gracias al equipo quirúrgico y a los anestesistas que estaban acá, lograron estabilizarlo, pero teníamos una gran complicación en su cerebro, que tenía un hematoma”, expresó Muñoz.

El profesional se refirió al proceso médico al que fue sometido el joven: “Necesitábamos una intervención neuroquirúrgica y un equipo de terapia intensiva para evaluar a Franco. Lo conseguimos y esto fue posible acá, en nuestro Hospital. Se trabajó en unión con el Ministerio de Salud de la Provincia para contar con los profesionales, que junto con el Dr. Juan Manuel Marelli, se le pudo realizar una operación para descomprimir el cerebro. Era imposible hacer una derivación. El paciente no estaba compensado. No era posible un vuelo sanitario, ni llegar por tierra, por su estado inestable”, detalló.

Luego del procedimiento quirúrgico, el paciente se encontraba estable hemodinámicamente y durante la tarde del domingo pudo ser trasladado a un centro de mayor complejidad, en este caso fue al hospital Interzonal Eva Perón de San Martín donde seguirá en recuperación y rehabilitación.

El traslado en avión desde el aeropuerto de Villa Gesell fue parte del importante despliegue logístico que se dispuso desde el primer momento del incidente.

Triste desenlace

El joven de 20 años de Mar Azul, partido de Villa Gesell, que se encontraba peleando por su vida desde el viernes 15 de septiembre, falleció en las primeras horas de este miércoles en el Hospital Interzonal “Eva Perón” de la localidad bonaerense de San Martín, según informó el portal Minuto G. 

Franco había sufrido lesiones de gravedad (traumatismo y politraumatismo de cráneo muy grave, con pérdida de conocimiento) cuando chocó con su moto contra un caballo suelto en la Ruta 11, en el acceso a Mar de las Pampas, durante la madrugada del pasado viernes 15. 

Al joven geselino se le había practicado una compleja intervención neuroquirúrgica en el Hospital General de Agudos “Dr. Arturo Illia” de Villa Gesell, en un trabajo conjunto entre la secretaría de Salud local y el Ministerio de Salud de la Provincia. Una vez logrado el objetivo de descomprimir el cerebro y compensado hemodinámicamente, fue trasladado el pasado 17 de septiembre al “Eva Perón” de San Martín, un centro de mayor complejidad, donde finalmente falleció.

*NOTA: Esta publicación se realizó con información extraída de una redacción de Walter Anido, del medio «Semanario Protagonistas de Mercedes» y el medio entrelineas.info