//En el día del amigo…

En el día del amigo…

Una historia de amistad y solidaridad…

Los días 7 y 8 de julio el domicilio de la familia Vische en Nelson, fue el escenario de una nueva cruzada solidaria. Se trató de la edición 2018 de la campaña que desde el 2004 convoca a la comunidad, para participar en forma desinteresada de las tareas de fraccionamiento de alimentos, acopio de materiales de construcción y aberturas, clasificación de ropa y demás tareas que incluyen por supuesto, la carga de camiones que tienen como destino El Impenetrable chaqueño.
La consigna fue “Ayúdanos a ayudar”.

La iniciativa solidaria recibe donaciones provenientes de distintos lugares, incluso de ciudades de otras provincias y por supuesto también involucró a muchas personas tanto de la localidad, como así también de otras ciudades, que llegaron para dar una mano en esta tarea humanitaria. La organización corrió por cuenta de su precursor Héctor Emilio Vische, quien, en su momento, durante su paso casual por esa zona, pudo ver el sufrimiento de familias sin recursos, niños desnutridos, falta de agua y un montón de carencias.
Movilizado por la realidad social de los habitantes de aquella zona, decidió desafiar el estatus quo y se propuso convocar a amigos, conocidos y proveedores de su empresa que puedan colaborar de alguna manera, para justamente, intentar dar un alivio a esa situación de abandono y desesperanza.

Desde ese momento, la campaña solidaria fue creciendo en colaboradores y materiales. Algo que afortunadamente se ve reflejado positivamente en el resultado.

La iniciativa inspiró a muchas personas e instituciones que hoy por hoy, aportan su granito de arena para que todo salga de la mejor manera.
En esta oportunidad, se logró reunir aproximadamente 20 toneladas de alimento enlatado, 2000kg de harina, 2000 kg fideos, 500kg polenta, arroz 3000 litros de leche, 100 packs de alimento surtido. 5000l de agua embotellada. Además, de incontable cantidad de bolsas de ropa, calzado, materiales de construcción, chapas, elementos para sanitarios, colchones, bicicletas y mobiliario escolar, juguetes, golosinas y medicamentos.

La propuesta que se realiza periódicamente, no consiste solamente el acopio y posterior distribución de estos materiales, sino que va acompañado de tareas de contención de las comunidades y familias a las que se les destina este aporte. El grupo comparte con la comunidad, momentos de hermandad. De empatía…

Gracias a esta campaña y a la colaboración de todos los participantes, se ha logrado la concreción de un centro de salud, emplazado en el monte, accesible para los pobladores de la zona, de modo que evitan tener que trasladarse varios kilómetros para recibir atención médica. De igual forma se pudo mejorar la escuela y las viviendas de las familias, como así también, en viajes anteriores, se les proporcionó herramientas a los pobladores, para que puedan hacer el mantenimiento de algunos caminos. Además, aquellos que tienen la posibilidad de acompañar a Héctor en esta travesía, trabajan en lo que es la instrucción de estos pobladores en lo que respecta a la construcción de aljibes, la importancia de los controles médicos periódicos especialmente en los más chicos y diferentes cuestiones que tienen que ver con la educación y la salud.

La tarea no es fácil. El grupo hace campamento en un paraje denominado “Las Hacheras” y desde allí, se adentran en el impenetrable, en un abanico de 180km, dentro de los cuales se encuentran desperdigadas las comunidades. Esta parte se hace en camionetas equipadas con tráilers, donde transportan los suministros. Es imposible el ingreso de los camiones debido a la inexistencia de caminos. Muchas veces el grupo debe ir “abriendo picada” para poder atravesar el monte. Una ardua tarea que es retribuida luego con los resultados. Obviamente en el transcurso de esta campaña que demanda generalmente más de 10 días, suelen surgir inconvenientes que retrasan las labores programadas. Falta de energía eléctrica en el campamento, desperfectos en los vehículos, condiciones climáticas desfavorables, obligan a reorganizar las actividades. Nada de eso puede detener el espíritu solidario.

Como nos contaba Héctor, según su visión y teniendo en cuenta la extensión del territorio que actualmente se puede cubrir en cada visita, esto es un “trabajo de hormigas”, apenas un atenuante, pero si de algo podemos estar seguros es que para cambiar las cosas se necesita iniciativa y altruismo. Algo que él mismo, su familia y toda la gente e instituciones que han colaborado, han demostrado tener de sobra.
Todo esto, se fue concretando en un primer momento, gracias a Héctor y muchos de sus amigos y con el tiempo, los lugareños también se transformaron en amigos… Héctor nos dice –“Chaco es como un hijo más para mi… ” es que los amigos son justamente eso, LA FAMILIA QUE SE ELIGE.

FELIZ DIA DEL AMIGO PARA TODOS.